Una mañana emotiva se vivió en el Teatro Alberdi, cuando más de 200 familias fueron homenajeadas en el marco de los 40 años de democracia. Con el objetivo de preservar la memoria, se restituyó el legajo de más de 200 alumnos universitarios.
El legajo del estudiante contiene todo su cursado: las materias que rinde, el horario, entre otras características. Fue la última dictadura militar la que impidió que esos jóvenes pudieran concluir sus estudios. En esa línea, la Universidad Nacional de Tucumán, en colaboración con H.I.J.O.S, emprendió el proyecto de reparar y recomponer el archivo académico de los alumnos desaparecidos.
La educación como herramienta para conquistar derechos
La vicerrectora de la casa de altos estudios, también se refirió a usar el potencial crítico de la universidad para defender la democracia. En tiempos dónde avanzan los discursos de derecha, llamó a defender la universidad pública.
“Es un desafío como desde la educación formamos personas críticas”, dijo Sergio Pagani, rector de dicha institución.
La recuperación de legajos
“Lo que hoy se hace es reparar, simbólicamente, un pedacito de esa historia. Una pieza de ese rompecabezas, que ojalá algún día tengamos todo”, expresó Carolina Frangoulis, de H.I.J.O.S.
La representante de la organización de derechos humanos, explicó que, pese a la pandemia, se trabajó de manera interrumpida para poder recuperar los expedientes. “Esta lucha va a continuar, porque somos los hijos de nuestras madres y los nietos de las abuelas”, finalizó.
