Cerca de las 11 de la mañana, cuando las clases se desarrollaban con normalidad, comenzó a verse un movimiento extraño en los patios del colegio Guillermina. Tres policías recorrían esos como buscando algo y espacios distrayendo a los alumnos.
A las 11.30, las autoridades de la institución ubicada en avenida Sáenz Peña y Lavalle informaron por micrófono que estudiantes y docentes debían salir de las aulas y distribuirse en los tres patios del colegio. Habían recibido un llamado que alertaba sobre la posible presencia de una bomba.
Inmediatamente, bomberos de la Policía comenzaron a revisar cada rincón del establecimiento. Minutos después, informaron que no encontraron ningún artefacto que representara un peligro.
Según trascendió, ya habrían identificado el ip del teléfono desde donde se hizo la llamada que alertaba sobre una bomba. En horas de la tarde, se podría saber quién fue el autor de la comunicación.