Según un relevamiento de la Unidad Católica Argentina (UCA), la recesión impacta con fuerza en la población, la inflación no cesa y los salarios apenas logran recuperarse de una «brutal caída» en los últimos meses. Desde el segundo trimestre de 2023, el poder de compra de los salarios cayó 11% y se amplió la desigualdad.
El documento, publicado por el Observatorio de la Deuda Social, destaca que la retracción de la economía se siente con fuerza entre los trabajadores asalariados y de la economía informal, excepto en los sectores más ricos que «siguen concentrando ingresos y poder».
«El deterioro en los ingresos afectó a todos los estratos sociales, pero, según el relevamiento, afectó en mayor medida a los sectores más vulnerables. «El estrato más bajo fue el que debió afrontar una caída más significativa de su poder de compra», cita el estudio.
La UCA desarrolla en el texto que «en Argentina se amplía la brecha de ingresos en los estratos más bajos con respecto a la línea de indigencia y pobreza», medida en base a la canasta básica alimentaria y social.
El aumento del desempleo al 7,6% en el segundo trimestre profundizó aún más el impacto en los sectores más vulnerables.
Se estima que más de 1,7 millones de argentinos sufren la pérdida del trabajo. Eso incidió en la calidad económica de la sociedad.
«Todos pierden, pero los estratos más bajos pierden más en términos absolutos y relativos. Esto genera una caída del bienestar económico y a una distribución de los ingresos más regresiva», reza el informe del Observatorio Social de la UCA.
