El precio de los combustibles vuelve a subir un 5 % apenas comience el cuarto mes del año. Este aumento, que se concretará en todas las estaciones del país, preocupa a los empresarios del sector. Es que temen una nueva caída en las ventas desplome la actividad que llegó en algunos casos al 25 %.
El incremento se debe a la puesta en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Según el Gobierno nacional ambos ítems deben ajustarse mensualmente hasta ponerse al día.
Esta suba impactará fuertemente en el bolsillo de los argentinos, que no soportan un aumento más en un contexto de escalada inflacionaria, que poco saben de los requerimientos de las petroleras. Una vez más, la realidad exhibe que la clase media está cayendo estrepitosamente y perforando la línea que la separa de la pobreza.
Por su parte, los propietarios de estaciones de servicio de todo el país manifestaron la incertidumbre que genera retocar las pizarras. «Hay estaciones, especialmente las de las zonas limítrofes que han disminuido sus ventas hasta un 25 %», admitió el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha), que agrupa a las medianas empresas de todo el país.