El Museo Miguel Lillo de Ciencias Naturales se transforma en una opción ideal para disfrutar en familia durante las vacaciones. Con fósiles de dinosaurios, paisajes del noroeste argentino y tecnología de última generación, esta propuesta promete entretener y educar a grandes y chicos.
El técnico guía Emmanuel Pérez Bogado resaltó las múltiples atracciones que ofrece el museo. “Las vedette del museo son los dinosaurios”, afirmó, destacando la colección de fósiles como uno de los principales atractivos. Los visitantes también pueden explorar ambientes realistas con animales emblemáticos como cóndores, pumas y yaguaretés.
El museo Miguel Lillo cuenta con dos salas principales. En una, se exhiben fósiles, huevos de dinosaurios y paisajes regionales. La otra sala incluye colecciones científicas con insectos, arácnidos y animales africanos. “Los paisajes están ambientados con sonidos. Se escuchan los chanchos del monte y las charatas”, explicó Pérez Bogado.
La tecnología interactiva es uno de los puntos fuertes del museo. “Tenemos juegos y un piso interactivo único en el país”, comentó el guía. Los visitantes pueden descubrir fósiles en la arena, interactuar con hologramas y aprender a través de actividades multisensoriales.
El museo también prioriza la inclusión. Ofrece rampas, textos en Braille, aros para hipoacúsicos y videos en lenguaje de señas. Según Pérez Bogado, “el espacio está diseñado para que todos puedan disfrutarlo”.
El museo Miguel Lillo abre de martes a viernes, de 8:30 a 12:30 y de 14:30 a 18:30. Estará disponible hasta el 27 de diciembre, antes de cerrar por mantenimiento en enero. La segunda semana de febrero reabrirá sus puertas, listo para seguir sorprendiendo.
«Se han notado mayores visitas ahora que algunos niños han comenzado con sus vacaciones», concluyó Pérez Bogado. Sin duda, el Museo Miguel Lillo es una parada obligatoria para aprender y divertirse en estas fiestas.