La cifra de muertes por la secta que promovía el ayuno extremo en Kenia ha aumentado a 90, con el descubrimiento de otras 17 víctimas en el bosque de Shakahola. La secta, liderada por el «pastor» Paul Mackenzie Nthenge, de la llamada Iglesia Internacional de la Buena Nueva, promovía el ayuno entre sus seguidores para «conocer a Jesús». Según las autoridades, la mayoría de los cuerpos exhumados son de niños, y se han encontrado fosas con hasta seis personas.
El ministro del Interior, Kithure Kindiki, advirtió que el número de víctimas podría aumentar, ya que las autoridades siguen buscando otras fosas comunes en el bosque de 300 hectáreas cerca de la ciudad costera de Malindi. Además, 212 personas han sido reportadas como desaparecidas, según la Cruz Roja keniana.
El presidente William Ruto ha prometido tomar medidas contundentes contra aquellos que «utilizan la religión para promover sus actos atroces». Se ha evocado la posibilidad de inculpar por «terrorismo» a Paul Mackenzie Nthenge.
La morgue del hospital local está repleta de cadáveres, y han tenido que solicitar contenedores refrigerados a la Cruz Roja. Se han hallado 34 personas vivas en el bosque.
El director ejecutivo de la ONG Haki Africa, Husein Jalid, ha descrito el horror de las últimas cuatro días como traumático, y ha expresado su preocupación por la posibilidad de que otras personas mueran. Las autopsias se llevarán a cabo en los próximos dos días, según las autoridades.
