Ayer viernes, Wall Street sufrió una caída estrepitosa, la peor desde el crash de 2020 causado por el Covid-19. Se perdió en la jornada 2,9 billones de dólares en valor de mercado. La situación financiera es de un estado de nerviosismo extremo, reflejando la incertidumbre sobre el futuro económico de Estados Unidos. Las cifras de empleo fueron peores de lo esperado en ese país, lo que generó pánico entre los inversores.
El Dow Jones cayó un 1,5%, el Nasdaq, liderado por las tecnológicas, perdió un 2,4%, y el S&P 500 disminuyó un 1,8%. Los rendimientos de los bonos también bajaron, lo que sugiere que la Reserva Federal podría recortar los tipos de interés más agresivamente de lo previsto.
El «índice del miedo» o VIX en Wall Street se disparó a niveles no vistos en 15 meses. El VIX Futures del S&P 500 alcanzó los 29,60 antes de estabilizarse en 25,02, su punto más alto desde marzo de 2023.
El informe oficial de empleo de julio reveló la creación de solo 114.000 puestos de trabajo no agrícolas, el aumento más bajo desde enero de 2021. Esta cifra estuvo por debajo de los 179.000 revisados de junio y de la previsión de 177.000. La tasa de desempleo subió al 4,3% desde el 4,1% de junio, y el crecimiento intermensual del salario medio por hora cayó al 0,2% desde el 0,3% del mes anterior.
El temor a una desaceleración económica se reflejó en el mercado de bonos. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años cayó por debajo del 4%.
Amazon también sufrió un golpe significativo, con sus acciones cayendo alrededor de un 10% antes de la apertura del mercado. Este desplome ocurrió en medio de una ola de ventas en Wall Street, con los inversores temiendo una recesión inminente.
Fuente: Ámbito