Luego de seis jornadas, este martes llegó a su fin el juicio oral y público en el marco de la causa que investigó la muerte de Yamila Díaz Musa. El hecho ocurrió durante la madrugada del 17 de julio del año pasado en Tafí Viejo.
El único acusado fue su expareja y padre de su hija, Enrique Leonel Díaz, quien conducía la moto que llevaba de acompañante a la víctima. El imputado perdió el control del rodado y Yamila salió despedida, impactando contra un poste de luz y falleciendo en el acto.
En horas del mediodía, la jueza, Elizabeth Myriam Raddi, procedió a leer la sentencia. Tras hacer un extenso repaso sobre su análisis de las pruebas vertidas a lo largo del debate, la magistrada resolvió condenar a Díaz a tres años y seis meses de cárcel. Es considerado autor penalmente responsable del delito de homicidio culposo agravado.
Entre otras cuestiones, consideró que se probó que, al momento del hecho, el imputado tenía 2.0 gr/litro de alcohol en sangre. Sin embargo, no se logró demostrar científicamente que haya consumido cocaína.
José Sánchez Martínez, abogado de la familia de Yamila, dijo: «Receptamos el fallo de la señora jueza, pero disentimos totalmente con el fallo. Entendemos que adolece algunos errores de razonamiento en cuanto a la suma de conductas disvaliosas o imprudentes. No puede interpretarse de esta manera».
El letrado consideró que, en el debate, quedó probada «la subjetividad necesaria para el homicidio«. «Por supuesto, recibe una condena que es privativa de la libertad con un tipo distinto al que habíamos ofrecido nosotros, pero lo vamos a seguir litigando. Ahora viene la etapa de impugnación de esta sentencia. Llegaremos al tribunal de impugnación y trataremos de que se tome una decisión acorde al trabajo que se hizo y lo que se escuchó en este debate», remarcó.
La mamá de Yamila, Sandra Musa, mostró su disconformidad con la sentencia. Entre lágrimas, expresó: «Mi hija tenía una vida que merece ser vivida y que se la arrebata un asesino y que encima es la expareja y es el padre de su hija, pero que jamás reconoció».
«Yamila sufrió violencia de género de todo tipo para llegar a la muerte. Esto lo muestran hasta las encuestas de Víctimas de Violencia de Género. Que me lo desmienta cualquier juez o cualquier otra persona, si yo miento en lo que digo. Nunca me he sentido tan basureada como me he sentido por la defensa y por la otra parte», afirmó.
En este sentido, Sandra insistió: «Lo sigo sintiendo y hoy me siento peor, más basureada que nunca. Siento que mis derechos y los derechos que tenía mi hija, aquellos valores y principios que le brindé, aquel valor a la vida que le enseñaba, para la justicia no vale más que tres años y medio de una persona que ahora se va a su casa sin una pulsera, porque jamás le pusieron la pulsera cuando fue al domicilio».