María Teresa Troiano luchó 16 años contra el cáncer. Sin embargo, en diciembre pasado dejó de recibir la medicación que le suministraba la DADSE (Dirección de Asistencia por Situaciones Especiales). La interrupción en el tratamiento, imposible de costear para sus familiares, habilitó el crecimiento del tumor, que hizo metástasis, desencadenando su fallecimiento.
La triste noticia fue dada a conocer por la Alianza Argentina de Pacientes (ALAPA). La directora de la organización, Florencia Braga Menéndez, destacó la responsabilidad del Gobierno en esta tragedia. Además, advirtió que se trata de un caso de mistanasia, que es una muerte por abandono de persona.
“Murió Marité … murió esperando que la DADSE le diera la droga. Llevó 16 años bien su enfermedad, pero cuando le quitaron el tratamiento hizo metástasis a una velocidad espantosa y el tumor se fue al cerebro y la mató anoche. Tuvo la suerte en vida de haber sido muy amada, no todos tienen eso. Le dije a Eduardo que todos estamos acá para él, para su familia, para lo que necesiten. Es un dolor imposible de imaginar lo que debe estar pasando. El Gobierno es responsable. Mistanasia, muerte por abandono de persona”, escribió Braga Menéndez.
Eduardo Castaño, su esposo, fue uno de los primeros en levantar la voz y dar a conocer en los medios de comunicación la situación de su mujer y de otros pacientes. En varias entrevistas, el hombre contó que estaba presentada la documentación que requerían las áreas responsables. Sin embargo, desde los ministerios de Capital Humano y de Salud, que conducen Sandra Pettovello y Mario Russo (respectivamente) nunca le dieron una respuesta.
“Los remedios de Marité cuestan más de quince mil dólares por mes. Siempre los tuvimos del Estado porque hay una institución que se ocupa de eso. Ahora el gobierno decidió cortar las entregas y ahí todo se complica por varias cosas. Primero, el cáncer no espera, no se detiene. Avanza. Y segundo porque esa medicación no te la dan nomás con una receta del médico. Hay que hacer decenas de trámites. Si ahora además de cortar la entrega la cambiaron de ministerio, lo que viene es un vía crucis. Y Marité no tiene ese tiempo”, había contado Castaño, en un reportaje a un medio escrito.
El caso de María Teresa no es el único. Antes de ella, al menos tres pacientes enfrentaron la misma situación fatal; murieron esperando sus medicamentos. Ellos son: Aldo Pinto, Camila Giménez y Alfredo González.
Desde ALAPA advirtieron que hay más de 400 casos de pacientes con problemas de acceso a la medicación en distintos ámbitos del sistema de salud, público, obras sociales y privados.
