En Argentina, cada 21 de junio se celebra el Día del Apicultor, quien se dedica a cuidar las abejas melíferas para obtener miel, así como también a criar abejas y reinas para venderlas a otros productores.
En el Día del Apicultor, es importante reconocer el trabajo y el compromiso de aquellos que cuidan de las abejas para obtener un producto natural y saludable como la miel, y para contribuir al desarrollo de una agricultura sustentable y en armonía con el ecosistema.
La apicultura juega un papel fundamental en la polinización de cultivos, ya que las abejas son responsables de la fertilización de muchas plantas. Por lo tanto, su trabajo contribuye a la producción de alimentos y al mantenimiento de la biodiversidad.
Con el paso de los años, Argentina se ha posicionado como un competidor en el mercado internacional de miel, ocupando el tercer lugar mundial, después de China y Turquía, según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.