«La sangre no se compra, no se fabrica, viene de la persona», dice la doctora Gabriela Agudo. Ese argumento parece más que suficiente para incentivar la donación voluntaria. Sin embargo, hay otro. «Con un donante se pueden salvar cuatro vidas», afirma Micaela Majorel, una de las impulsoras de la jornada de donación voluntaria que se hizo en Yerba Buena. Ahí estuvo Canal 10 Digital.