Más de siete millones de chicos viven en la pobreza monetaria y un millón se va a dormir sin cenar por falta de dinero. Los datos corresponden a la Octava Encuesta Rápida realizada por UNICEF y fueron revelados este martes en el marco del lanzamiento de la campaña “El hambre no tiene final feliz”.
Si se tienen en cuenta el resto de las comidas, la cantidad de pequeños alcanzados es de un millón y medio. En el caso de las personas adultas que viven en esos hogares, el número llega a cuatro millones y medio porque priorizan el alimento de los más pequeños.
Los datos reflejan que en la mitad de los hogares con chicas y chicos, los ingresos mensuales no alcanzan para cubrir los gastos corrientes. Frente a estas restricciones de ingresos, las familias despliegan múltiples y diversas estrategias.
En primer lugar, se endeudan de diversas formas y restringen recursos o consumos básicos como salud, transporte y vestimenta, lo que tiene efectos sobre las condiciones de vida de las niñas y niños. A esta conclusión llegó la titular de Políticas Sociales de UNICEF, Carolina Aulicino.
La campaña de UNICEF
Es en este difícil contexto que el organismo dependiente de Naciones Unidas lanzó una dramática campaña para llamar la atención de la sociedad. En un corto que difundió se muestra el dolor de una madre por no poder darle la cena a su hijo. El video finaliza denunciando la situación en el país: “El hambre no tiene un final feliz. En la Argentina, un millón de niños y niñas se van a dormir sin comer. Tu donación mensual puede cambiar esta historia”.