Este domingo, Santiago Peña obtuvo una clara victoria en las elecciones de Paraguay y será el nuevo presidente del país a partir de agosto. El Partido Colorado conservador al que pertenece obtuvo cerca del 43% de los votos. Por otro lado, Efraín Alegre, quien lideraba una coalición de centro-izquierda, logró el 27,4% de los votos.
Al celebrar su victoria, Peña agradeció a aquellos que confiaron en su proyecto y depositaron sus esperanzas para poder mejorar el país. Enfatizó en “la necesidad de unidad y consenso para lograr la prosperidad sin exclusiones después de años de estancamiento económico, alto déficit fiscal, alto índice de desocupados e incremento de la pobreza extrema”.
“Hoy no estamos celebrando un triunfo personal, sino la victoria de un pueblo que escogió el camino de la paz social”, dijo Peña. en su primer discurso como presidente electo.
Por otro lado, Alegre reconoció su derrota y admitió que “la división en su coalición impidió que se alcanzara el objetivo del cambio solicitado”. Muchos de los votos se fueron a la tercera fuerza política, la extrema derecha del polémico Paraguayo Cubas, quien logró un 22% de apoyo.
Con el triunfo de Peña, del Partido Colorado, se confirma una vez más la hegemonía de la derecha en Paraguay. El economista de derecha, de 44 años, debe reemplazar al presidente Mario Abdo Benítez a partir del 15 de agosto por un periodo de cinco años.
Los colorados también obtuvieron la mayor votación en el Congreso, con el 43% de los sufragios al Senado, frente al 23% de la Concertación de Alegre y el 11% de la Cruzada Nacional de Cubas. Además, de las 17 gobernaciones, 14 quedaron en poder de los oficialistas.
El Partido Colorado ha gobernado Paraguay durante la mayor parte de las últimas siete décadas. Solo hubo una interrupción durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-12). Este fue destituido en un juicio político un año antes de finalizar su mandato.