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San Miguel de Tucumán

Estudiantes lanzaron sus satélites para obtener información ambiental

“Cóndor salvaje” es el nombre del grupo tucumano que formó parte del lanzamiento en el Centro Espacial Teófilo Tabanera.

Este jueves se llevó a cabo el lanzamiento de satélites del tamaño de una lata de gaseosa, desarrollados por equipos de estudiantes secundarios de diferentes provincias argentinas.

El lanzamiento tuvo lugar en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, ubicado en Falda del Cañete, Córdoba, y forma parte de la competencia Cansat Argentina, que busca recopilar información relacionada con problemas ambientales.

Uno de los equipos, conocido como «Roldán 2«, tiene como misión la detección de microplásticos en el aire, una iniciativa nacida de la ausencia de mediciones sobre la presencia de microplásticos en el aire en Argentina, a diferencia de otros países como México o Inglaterra.

Tras el exitoso lanzamiento, Santiago Giacolla, estudiante de la Escuela de Educación Técnico Profesional Nº 643 Granaderos de San Lorenzo en Roldán, Santa Fe, explicó que el satélite capturó una muestra de aire mediante un sistema preciso que abrió una compuerta en el momento adecuado y la cerró antes de tocar tierra. Ahora, esperan los resultados del laboratorio.

El equipo Novationes se embarcó en la misión «Dustbusters«, cuyo objetivo es medir la contaminación ambiental causada por el polvo a través de sensores incorporados en el satélite.

«Lo que propone CanSat gira en torno al aprendizaje basado en proyectos, que es diferente al que se da en el aula y con un nivel de exigencia y duración que requieren un nivel de compromiso muy alto y un gran ejercicio de tolerancia a la frustración», aseveró Matías Leuci, profesor del Colegio Nacional de Monserrat de Córdoba capital e integrante del equipo Novationes.

Baltazar Lescano, estudiante del Instituto Técnico de Aguilares en Concepción, Tucumán, y miembro del equipo «Cóndor Salvaje«, compartió que su satélite, apodado «Ojo de Cóndor«, busca medir la calidad del aire y la contaminación generada por la quema de caña de azúcar y los vertederos a cielo abierto en su región.

A pesar de algunos desafíos en la misión, como un descenso no previsto debido al viento, el entusiasmo del equipo por el lanzamiento sigue intacto. «Nos habíamos propuesta un tercer desafío que era que el satélite tuviera un descenso guiado, pero no lo logramos como lo habíamos previsto, probablemente por el viento», agregó.

Espacio UNT

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