La denuncia de Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género tomó un nuevo giro. Según las pruebas recabadas, la exprimera dama estaba embarazada durante el tiempo en que sufrió los presuntos abusos. Esta revelación agrega un componente alarmante a una situación ya de por sí grave.
Los detalles sobre el embarazo de Yañez emergieron de las fechas de las conversaciones por chat entre ella y Fernández, que se difundieron recientemente. En una de esas capturas, la exprimera dama compartió con su entonces esposo imágenes de los moretones en su rostro y brazo. Con un tono de desesperación, le pidió que dejara de golpearla, alegando que los ataques se habían prolongado por tres días consecutivos.
El embarazo de Yañez fue confirmado oficialmente el 23 de septiembre de 2021, a través de un comunicado de la Presidencia. El documento informaba que Yañez estaba en su décima semana de embarazo y bajo estricta supervisión médica. Sin embargo, los chats entre ella y Fernández datan de mediados de agosto de ese año, lo que indica que ya estaba embarazada cuando supuestamente ocurrieron los abusos.
La cronología de los hechos sugiere que el embarazo de Yañez comenzó entre el 12 y el 18 de julio de 2021. Para agosto, cuando ocurrieron las agresiones, Yañez ya estaría consciente de su estado, lo que añade un nivel adicional de crueldad a los presuntos actos de violencia.
En su declaración ante la Dirección de Protección a las Víctimas, Yañez confirmó que estaba embarazada cuando sufrió las agresiones. Según su testimonio, los ataques ocurrieron durante el octavo mes de embarazo, lo que subraya la gravedad de la situación.
La imputación contra Fernández
Tras la denuncia, la Justicia imputó a Alberto Fernández por violencia de género. Las investigaciones ahora se centrarán en recopilar más pruebas que puedan sustentar las acusaciones de Yañez. El proceso judicial avanza, mientras la opinión pública sigue de cerca un caso que ha sacudido a la nación.
La situación para el expresidente se complica cada día más, con nuevos detalles que emergen y que podrían influir en la calificación legal que la Justicia determine sobre el caso. La imputación formal es solo el primer paso en un proceso que promete ser largo y complejo.
