Con una sede vallada, pero en su interior colmada de seguidores, Jorge Flores asumió la titularidad de la Agremiación de Trabajadores del Estado (ATE), tras una férrea pelea por el cargo con el dirigente Marcelo Sánchez.
«Desde el 9 de agosto al 6 de octubre (por hoy), nos pareció una eternidad. Presentaciones judiciales desestimadas por la propia justicia, todo por aferrarse a un lugar. Estos dirigentes que no están a la altura de las circunstancias, vemos cómo tristemente se han convertido en ocupas de la casa de todos los trabajadores del Estado«, dijo Flores en diálogo con la prensa.
Asimismo, el sindicalista reiteró los ejes principales de su gestión. «Lo mismo que venimos diciendo en la campaña: conseguir un salario digno para nuestros compañeros, el 82 % móvil para los jubilados y la recuperación de nuestra obra social», informó.