El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla por viento zonda para algunas provincias. El fenómeno se comenzará a sentir desde este miércoles.
La advertencia de la agencia nacional de viento zonda comprende a La Rioja, San Juan y Mendoza. En tanto que en el norte de Neuquén hay alerta amarilla por vientos y tormentas, mientras que en el sur se esperan fuertes nevadas. Además, para el extremo este de Río Negro se pronostican nevadas.
La alerta amarilla implica que el fenómeno meteorológico puede tener capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas.
El jueves continúa el aviso de viento zonda para las provincias de La Rioja, San Juan y Mendoza. En esta última también se esperan nevadas de importante intensidad.
En el caso de Catamarca, Formosa, Chaco, Santa Fe, Corrientes, Santa Cruz y Tierra del Fuego se emitió una alerta amarilla por vientos fuertes.
Por el momento, las advertencias del SMN no comprenden a Tucumán. Sí se espera un cielo con neblinas en las primeras horas de la madrugada y parcialmente nublado en el resto de las jornadas.
¿Qué es el viento zonda?
El viento zonda es un fenómeno meteorológico que ocurre en algunas regiones montañosas de Argentina, especialmente en la región de los Andes. Este viento cálido y seco desciende por las laderas orientales de las montañas y puede generar condiciones climáticas extremadamente adversas.
El viento zonda se forma cuando el aire húmedo del océano Pacífico se eleva sobre la cordillera de los Andes, perdiendo humedad y enfriándose en el proceso. Cuando este aire se desplaza hacia el este y desciende por las laderas orientales de la montaña, se comprime y se calienta, lo que aumenta su temperatura y reduce su humedad. Esto produce un viento caliente y seco que puede alcanzar velocidades muy altas y provocar un rápido aumento de la temperatura ambiental.
El viento zonda es conocido por su capacidad para causar incendios forestales debido a su alta temperatura y baja humedad, así como por los problemas de salud que puede ocasionar en las personas, como dolores de cabeza, deshidratación y problemas respiratorios. Además, puede generar condiciones peligrosas para la navegación aérea y terrestre debido a su fuerza y a la reducción de la visibilidad provocada por el polvo y la arena que levanta.