La región este de Libia se encuentra sumida en una catástrofe sin precedentes debido a las lluvias torrenciales e inundaciones causadas por la tormenta Daniel. Los informes de los servicios de emergencia en Trípoli, la capital de Libia, señalan que más de 2.300 personas han perdido la vida. Mientras que alrededor de 7.000 resultaron heridas. La situación es aún más angustiosa con la desaparición de aproximadamente 5.000 personas en medio de la tragedia.
La ciudad de Derna, hogar de 100.000 habitantes en el este de Libia, fue la ciudad más golpeada por esta tormenta devastadora. Las impactantes imágenes que circulan revelan edificios colapsados a lo largo de las orillas de un río desbordado. Se ve como pequeñas viviendas son arrastradas por las aguas crecidas tras la rotura de dos represas. La destrucción de estos diques provocaron inundaciones de lodo que barrieron puentes y edificaciones a su paso, hasta llegar al Mediterráneo.
La magnitud de esta crisis ha sobrepasado ampliamente la capacidad de respuesta de la Media Luna Roja y de las autoridades gubernamentales. El acceso a las zonas afectadas se ha vuelto extremadamente difícil debido a carreteras bloqueadas, deslizamientos de tierra e inundaciones. Esto obligó a la población a utilizar métodos rudimentarios para recuperar los cuerpos y rescatar a los sobrevivientes atrapados en el lodo.
A pesar de los esfuerzos por restablecer las redes de telefonía móvil e internet, ciudades como Derna permanecen aisladas del resto del país. La tormenta Daniel, caracterizada por la cantidad extraordinaria de lluvia que arrojó, ya ha causado estragos en Grecia, Turquía y Bulgaria en los últimos días.
Esta es considerada la peor catástrofe natural de Libia, después de el terremoto devastador que sacudió la ciudad de Al Marj en 1963.