En un multitudinario acto en el estadio de Defensores de Belgrano, la central obrera leyó un documento en el que llamó a atender de forma urgente las necesidades de vastos sectores sumergidos en la pobreza y la exclusión, y sostuvo que las soluciones presentes y futuras requieren del denominador común de un gran acuerdo político, económico y social que promueva una alianza entre la producción y el trabajo.
También exhortó a recuperar la cultura del trabajo como horizonte «transformador y democratizante» y afirmó que es necesario discutir los medios de producción y las formas de un capitalismo predatorio, con énfasis en los recursos estratégicos al servicio del ser humano, su desarrollo y realización.
La CGT demandó la creación de un modelo económico-social basado en la producción y el trabajo, que impulse una economía real y estimule la generación de trabajo con derechos y la inversión no especulativa, y favorezca la exportación de productos con valor agregado.