La Unidad Fiscal de Atentados contra las Personas pidió la detención de un falso médico, de 50 años, con domicilio en Yerba Buena. La solicitud se hizo en base al peligro de obstaculización de la investigación, por el número de víctimas implicadas. A esto se sumó el material secuestrado durante un allanamiento ocurrido el lunes, en donde se encontró armas de fuego, vacunas y recetas.
La causa, a cargo de María del Carmen Reuter, se inició en octubre del año pasado a partir de la denuncia que realizó una mujer en la comisaría de Yerba Buena. En su testimonio contó que una conocida suya la alertó que su vecino ejercía la medicina de manera ilegal.
La investigación continuó con el pedido de oficios al Sistema Provincial de Salud (SIPROSA), al Hospital Centro de Salud y a la Facultad de Medicina de la UNT. En la devolución de los documentos solicitados se informó sobre la situación académica del denunciado.
“Nos detallaron que es alumno regular de la carrera de Medicina con ingreso en el año 1992. Actualmente se encuentra cursando el sexto año de la carrera. Por lo que le restan cursar, rendir y aprobar todas las materias del 7° año para completar su plan de estudio que lo habilite como médico”, detalló Reuter.
A esto se sumó el testimonio de un médico que atestiguaba que en la obra social en la que trabaja se presentó una persona con un certificado médico con su matrícula. Con esta información se pidió el allanamiento para el secuestro de material referido al ejercicio ilegal de medicina.
Además, ayer miércoles, una mujer se entrevistó con la discal y le dijo que conoce al sospechoso hace más de diez años. Le confirmó que “prácticamente todo Yerba Buena lo identifica como médico y que atiende en los domicilios de las personas y receta medicamentos”.
Argumento de la fiscalía
A partir de la gran cantidad de material probatorio, Reuter solicitó la detención por el delito de ejercicio ilegal de la medicina. “Hasta ese momento sólo teníamos la denuncia que había utilizado sellos truchos, que no le pertenecían. Además, que había realizado certificados médicos de puño y letra, poniendo el nombre de otra persona”, resaltó.
De este modo, pidió que se tenga en cuenta: “El peligro de obstaculización de la investigación y el número de víctimas. Y agregó que “la investigación es compleja por las medidas que restan y el material secuestrado”.