Este domingo surge una pregunta: ¿qué pasa si no acudimos a las urnas? Es fundamental recordar que el sufragio en la Argentina tiene un carácter obligatorio. Esto es para todos los ciudadanos de entre 18 y 70 años que tengan domicilio en la región. Es a través de los comicios que los tucumanos elegirán a su próximo gobernador, vicegobernador y otros cargos legislativos y locales este domingo 11 de junio.
El voto es una responsabilidad ciudadana fundamental para mantener el sistema democrático. Es un derecho ciudadano ya que te permite expresar en libertad las preferencias políticas, pero también es una obligación. Al ser una obligación, no participar implica una pena. Según el Código Electoral Nacional, se establece una multa, que se podría definir como simbólica, que va desde los $50 hasta los $500. Incluye a aquellos electores mayores de 18 años y menores de 70 años que no emitan su voto y que no justifiquen su ausencia dentro de los 60 días posteriores a la elección.
Pena pecuniaria
⚫ Si el elector no tiene infracciones previas sin regularizar la multa es de $ 50. Con una una infracción previa sin regularizar es $ 100. Dos infracciones previas, $ 200; tres infracciones, $ 400; y cuatro o más infracciones previas sin regularizar, $ 500.
Además, quienes no paguen la multa no podrán realizar gestiones y/o trámites ante organismos estatales nacionales, provinciales.
Aparte de la sanción económica pueden enfrentar restricciones en cuanto a ocupar cargos en entidades públicas. Según la normativa, los transgresores incluidos en el Registro de Infractores al Deber de Votar estarán impedidos de desempeñar funciones o empleos públicos durante tres años a partir de la elección.
Es importante destacar que existen excepciones a esta obligación. Los mayores de 70 años quedan exentos de votar, al igual que los jueces y auxiliares que, por disposición de la ley, deben estar presentes en sus oficinas durante el acto comicial.
Incluye, a su vez, a aquellos que se encuentren a más de 500 kilómetros de su lugar de votación por motivos razonables y lo justifiquen ante la autoridad policial. Asimismo, los enfermos o imposibilitados por fuerza mayor, debidamente comprobados, que no puedan emitir su sufragio podrán justificar su ausencia mediante un certificado médico.
En conclusión, el acto de votar no solo es un derecho sino también una obligación ciudadana que fortalece los cimientos de la democracia. A través del voto, los ciudadanos de Tucumán tienen la oportunidad de influir en el rumbo político de su provincia. Cumplir con esta responsabilidad cívica contribuye a mantener la participación activa en el sistema democrático y garantiza que las voces de todos sean escuchadas.
