Durante una entrevista, la economista Florencia Deza analizó la situación de la inflación actual, subrayando que el índice general podría perforar el piso del 4%. Para el gobierno, esto es una noticia positiva, aunque Deza insistió en que el foco debe estar en los salarios.
“Lo importante es ver si los salarios pueden seguir recuperándose al ritmo de la inflación”, explicó. Aunque en los últimos dos meses los sueldos formales superaron el índice inflacionario, la economista aclaró que esto no significa que se haya recuperado todo lo perdido.
«Desde diciembre, cuando la inflación alcanzó el 25%, los salarios han quedado rezagados», agregó. A pesar de esta leve mejora reciente, Deza mencionó que aún queda mucho por hacer para que el poder adquisitivo recupere terreno perdido. No obstante, mostró cierto optimismo al decir que hacia fin de año se podría esperar una recuperación más sólida en los ingresos de los trabajadores formales.
El precio de los alimentos no se traducen en una baja de la inflación
Uno de los problemas principales que Deza destacó es el comportamiento de los precios de los alimentos. Aunque el índice de la inflación general parece estar en descenso, los productos esenciales siguen incrementando su valor mes a mes. «Vemos que ciertos bienes sensibles, como la carne, no acompañan esta baja generalizada», afirmó. Esto, según la economista, afecta directamente a las familias, cuyos presupuestos se ven presionados.
Deza mencionó que, aunque hay productos que bajan temporalmente por cuestiones estacionales, como las frutas y verduras, esta baja no es suficiente para equilibrar el impacto que los aumentos de otros alimentos generan en los hogares. «El aumento sostenido de productos como la carne es un problema que debemos seguir de cerca», advirtió.
La economista también habló sobre la inercia de la inflación que ha caracterizado la economía argentina. «Este componente inercial ha sido responsable de que se haya tardado tanto en perforar la barrera del 4%», explicó Deza.
Además, señaló que el hecho de que el gobierno no esté actualizando los salarios conforme a la inflación pasada podría ayudar a quebrar esa inercia. Sin embargo, advirtió que aún no es momento de celebrar. “Necesitamos esperar unos meses más para ver si esta tendencia a la baja se sostiene de forma estable”, dijo.
Deza concluyó su análisis subrayando la importancia de monitorear de cerca cómo evoluciona la inflación en los próximos meses y qué impacto tendrá sobre los salarios y la calidad de vida de las familias.
