La titular de la fundación Mujeres por Mujeres, Soledad Deza, reflexionó sobre el incremento que hubo en los números de femicidios, comparados con el 2022, en Tucumán.
“Lo que tenemos que pensar cada vez que hay un femicidio es todo lo que falta por hacer, pero por sobre todo como es necesaria la educación formal en la escuela, pero la ESI (Educación Sexual Integral) no es solamente en el aula, la ESI también se hace en la calle, la ESI se hace en la familia. No olvidemos que la familia es el lugar donde se socializa de manera primaria”, recordó.
Deza dijo que “el acceso a Justicia no es solamente el acceso formal a Tribunales, el acceso a Justicia es un concepto amplio que tiene que desplegar una serie de políticas públicas”. “Sacar una orden de restricción que no atienda al contexto de las víctimas, posiblemente va a ser insuficiente”, aseveró.
En este sentido, la letrada subrayó que “hay que ver qué grado de autonomía tienen esas mujeres a la hora de poder tomar decisiones, hay que ver qué grado de independencia económica tienen, pero a su vez esas órdenes de restricción, que es como la primera respuesta los jueces tienen obligación de controlarlas, se llama obligación de seguimiento”.
“¿Qué tanto se siguen esas órdenes? Porque yo lo que advierto es que, luego de que se habilita una denuncia o se abre una instancia a propósito de una denuncia, el foco se pone en las víctimas y el foco tiene que ponerse en los agresores”, cuestionó.
Finalmente, Deza concluyó: “Entonces, ¿cómo se controla qué hace ese agresor? Porque la mujer es a la que se la lleva al psicólogo, a la trabajadora social, y el varón, que es el agresor, queda como despegado de la causa. Entonces me parece que eso también es algo que está pendiente”.
