La pequeña Luján Nieva tiene 11 años. El domingo salió de su casa a ver una amigas y luego a comprar fiambres en un negocio cercano a su casa, en Río Seco. Ana Díaz, madre de Luján, pide que todos los tucumanos la ayuden. «Mi hija habla todo conmigo, jamás se hubiese ido sin avisarme», dijo.
Es intensa la búsqueda de la alumna de quinto grado de la escuela Manuel Quintana, en Río Seco. La pequeña salió el domingo de su casa, según el relato de su madre, a buscar una amigas y luego ir a un negocio cercano a su casa a comprar fiambres. Luján nunca llegó a ducho comercio.
La Policía y el cuerpo de Bomberos del sur trabajaron contrarreloj, con perros entrenados, en todo Río Seco. Pero los reiterados rastreos se focalizaron en las cercanías al barrio Virgen del Rosario, donde se encuentra la vivienda de la familia de Luján.
Ana aseguró en diálogo con nuestro medio que Luján es una inocente niña de 11 años, que no tiene problemas con nadie, ni es capaz de tomar una determinación sola, sin avisar a sus padres. «Le ruego a los tucumanos que me ayuden porque ya pasaron 24 horas y no sabemos nada de mi hija. Luján no es determinada, jamás se iría sin antes hablar conmigo», remarcó.
La mujer no maneja hipótesis alguna sobre lo que pudo haberle ocurrido a Luján. Solo tiene la certeza del vínculo que mantiene con la pequeña y de que nunca llegó a comprar fiambres. «Algo pasó en ese trayecto», manifestó.
«Luján tiene que aparecer»
Por su padre, el padre de Luján, César Nieva, aseguró que «como sea tiene que aparecer». El hombre relató que el recorrido que su hija iba a realizar, era conocido por la niña. Una cámara de seguridad captó imágenes de la nena camino a ese comercio pero, en el camino, parece desviarse.
Según Nieva, durante la búsqueda de su hija los perros que siguen el trayecto realizado por Luján a través del olfato, hicieron el recorrido tal cual es tomado por la cámara de seguridad y en un momento se detiene. «Es como si alguien se la hubiese llevado», dijo.
El hombre reiteró los conceptos de su pareja y madre de la niña desaparecida. «Luján solo tiene amiguitas de su edad. No se la puede haber tragado la tierra», concluyó.
