Mar del Plata arranca la temporada con una notable baja en la ocupación hotelera, cancelaciones de reservas y precios elevados.
La inflación registrada en diciembre ha dejado su huella, afectando la afluencia de visitantes a las playas de La Feliz. La devaluación y el impacto de las medidas económicas del gobierno de Javier Milei se reflejan en la baja ocupación de alojamientos.
«Hay que aprovechar todas las promociones, si no, sonaste», aconsejó un visitante habitual de la ciudad, destacando la necesidad de buscar ofertas en medio de la disparidad de precios que se percibe en los distintos establecimientos.
La disparidad de costos se refleja en la oferta gastronómica, donde los turistas se enfrentan a precios elevados. Un simple licuado de frutas puede alcanzar los $2.500, mientras que una porción de rabas con dos latas de cerveza asciende a $9.500. Estos valores promedio generan preocupación entre los visitantes, quienes reportan una falta de control en los precios en diferentes establecimientos de la ciudad.
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En el ámbito de la alimentación más sustanciosa, los costos también se elevan, con una milanesa con papas fritas que puede alcanzar los $9.000 y hamburguesas que oscilan entre los $4.000 y $5.400, dependiendo de la guarnición.
A pesar de estos desafíos económicos, Mar del Plata recibió más de 165 mil personas para celebrar el Año Nuevo. Según el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc), la ocupación hotelera alcanzó el 74% durante el fin de semana largo, representando un aumento del 13% con respecto al mismo período del año anterior.