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San Miguel de Tucumán

La trama siniestra detrás del caso María de los Ángeles Verón

Una reunión gremial en un hotel de la capital, varias personas que escucharon los mismo, la muerte de Luna y Ale, y un testigo que dio el primer paso y se animó a hablar. Este conjunto de hechos fue determinante en la nueva causa que investiga el destino final de la joven tucumana.

El dictamen de acusación a cargo del fiscal Federal, Agustín Chit, parece contundente y determinó la imputación por el delito de encubrimiento agravado de dos importantes dirigentes gremiales de la Asociación de Personal Jerárquico de Agua y Energía (APJAE). 

Fiscal Agustín Chit

La investigación sostiene que los secretarios generales de ese sindicato, uno a nivel nacional y el otro de nuestra provincia, Norberto René Manzano y Carlos Alberto Rojas (respectivamente), conocieron y accedieron a una carpeta con fotos de Maria de los Ángeles Verón muerta.

Pero para llegar hasta esa hipótesis tuvieron que sucederse una serie de hechos que comenzaron a desentrañarse el 20 de marzo de este año. Fue durante una reunión gremial de APJAE que tuvo lugar en un hotel céntrico de la capital tucumana.

De ese encuentro participaron unos 40 afiliados. Se discutieron varios temas referidos a la política sindical. Sin embargo, la historia desconocida de una carpeta con las fotos de Marita -que no estaba en el orden del día- salió a la luz

El denunciante que dio el primer paso

Se presentó solo, no aguantó callarse lo que había escuchado aquel día durante un encuentro con sus pares del sindicato. Primero se acercó a la Fundación María de los Ángeles. Luego, ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX). Allí, el denunciante que dio el primer paso relató cómo se enteró de esta macabra historia. 

En su declaración se refirió a la reunión que se realizó en un hotel de San Miguel de Tucumán con los afiliados del gremio. Manifestó que fue el propio Manzano, quién durante una conversación con uno de los presentes habló de la carpeta con imágenes del cuerpo de Marita. 

Agregó que en ese contexto y ante varias personas que se encontraban alrededor, Manzano hizo alusión al pasado cuando utilizaron dicho material incriminatorio para frenar los aprietes del secretario general del sindicato de Luz y Fuerza, Julio Ernesto Luna, hacia los trabajadores de la APJAE y que a partir de amenazar con llevar ese documento a la Justicia las presiones de Luna cesaron.

El denunciante, además, testificó que durante ese diálogo Manzano habría confesado que recibió la carpeta de manos de Rojas. Y que esa carpeta comprobaba que el cuerpo había estado primero en el Sindicato de Luz y Fuerza y en el Sanatorio Luz Médica, después. 

También, contó que el líder sindical hizo referencia a que varias personas vinculadas al poder habrían participado del destino final de Marita. Estos le habrían pedido a Luna que escondiera el cuerpo. Por eso su cadáver – según lo que escuchó el denunciante-  pasó por la sede gremial y luego, para que no se descompusiera, terminó en la morgue de la clínica Luz Médica.

Varios testigos confirmaron lo mismo

Con este primer paso, la PROTEX comenzó a indagar y llamó a declarar a varios de los que estuvieron en esa reunión. Entre ellos al afiliado a quién Manzano le relató la historia aquel 20 de marzo. Sin embargo, este testigo confirmó la reunión pero negó el diálogo con el referente de APJAE a nivel nacional.

A pesar de haberse desentendido de la conversación, contradiciendo al denunciante, la justicia sostiene que el diálogo sobre la carpeta con las imágenes del cuerpo de Marita, sí existió. Esto es a partir de las declaraciones de los demás testigos que confirmaron haber escuchado a Manzano hablar sobre el tema aquel día. Así, cada uno fue aportando la información que coincidió con el testimonio del denunciante. 

En búsqueda de la verdad

Luego de las pruebas recabadas por la PROTEX intervino la Justicia Federal N° II a Cargo de Chit. De esta manera se procedió a los allanamientos en la vivienda de Manzano, en Buenos Aires, y de Rojas, en Tucumán.

También se llevaron adelante operativos en la clínica Luz Médica y se le tomó declaraciones a trabajadores que se desempeñaron en esa institución en los años 2002 y 2005. Tres de ellos hicieron referencia a la relación entre Julio Luna y Rubén “La Chancha” Ale, ambos ya fallecidos (el primero en el 2020 y el segundo este año). Habrían señalado que lo vieron junto en varias oportunidades en esos años.

Julio Ernesto Luna (Izquierda) – Ruben Ale (Derecha)

Además la fiscalía solicitó los informes sobre inscripciones del fallecimiento de mujeres NN entre el 2002 y 2012. Así se obtuvieron los libros de inhumaciones del cementerio del Norte, del cementerio Municipal de Tafí Viejo y de Yerba Buena. Estos documentos, que están bajo el poder de la justicia para ser analizados, pueden resultar relevantes para encontrar el cuerpo de Marita.

La imputación

Con la cantidad de pruebas recabadas Chit presentó la hipótesis hacia la cual se dirige la investigación que ya tiene a dos imputados. Para el fiscal varias cosas quedaron acreditadas. La primera, es que Manzano y Rojas, en su calidad de dirigentes APJAE, conocieron y accedieron a una carpeta que contenía información y fotografías relacionadas con el destino de Marita. Segundo, que Julio Luna ocultó el cuerpo: en el Sindicato primero y en la morgue de Luz Médica, después. 

También se comprobó el vínculo entre Luna y el Clan Ale, quienes fueron señalados numerosamente como partícipes del secuestro de la joven de 23 el 3 de abril de 2002.

Mientras la nueva causa sobre el destino final de Marita avanza a pasos firmes, el fiscal ya realizó las primeras imputaciones. En este sentido acusó a Manzano y Rojas por el delito de encubrimiento agravado por “trabar o entorpecer” el actuar de la administración de justicia.

Espacio UNT

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