Lo que mata es la humedad, dice el dicho. No es literal la frase, aunque por estos días más de uno se sintió extenuado por los altos niveles de humedad en el ambiente.
Se trata de un fenómeno frecuente en Tucumán, por lo que deberíamos estar acostumbrados, pero no es así. Cada vez que se acerca el verano, sufrimos la transpiración excesiva, la ropa pegada al cuerpo, los pelos erizados y sin control.
¿Por qué hay tanta humedad en Tucumán?
Jorge Noriega, meteorólogo, explica que “la humedad se debe a que tenemos mucha inestabilidad”. Continúa: “Tenemos un frente estacionario que es cuando dos masas de aire están interactuando una con la otra. Primero teníamos una masa de aire cálida, húmeda e inestable. Después llegó la masa de aire frío, pero como ninguna de las dos puede desplazarla a la otra genera que se formen, constantemente, nubes de tormenta, nubosidad baja y tormentas”.
La humedad se da, además, por la advección (desplazamiento) de aire húmedo marítimo. “Esto se refiere más que nada a la circulación atmosférica”, aclara Noriega. La palabra marítimo, en este caso, no tiene que ver con el mar sino con la circulación atmosférica, es el nombre que recibe en meteorología.
Por otra parte, el especialista explica que “se acumula mucha humedad por la orografía que tenemos sobre todo en el sector de los valles”. Esto hace referencia al relieve y elevaciones de las montañas.
Veranos húmedos
Los veranos en Tucumán son húmedos principalmente debido a una combinación de factores geográficos, climáticos y meteorológicos propios de la región.
Uno de ellos, es la proximidad de la selva y los vientos húmedos. Tucumán está cerca de la selva de las Yungas, que actúa como una fuente natural de humedad. Los vientos provenientes del noreste (desde el Atlántico) traen aire cargado de humedad hacia la región. Cuando estos vientos llegan a Tucumán, se encuentran con las sierras, lo que provoca que el aire húmedo ascienda y genere lluvias y mayor humedad.
Por otro lado, Tucumán tiene un clima subtropical húmedo con lluvias concentradas en verano. Las altas temperaturas típicas de la estación aumentan la capacidad del aire para retener vapor de agua, lo que incrementa la sensación de humedad.
En consonancia con lo que explica Noriega, las montañas de los alrededores tienen su efecto en la generación del fenómeno. El cerro San Javier y las sierras subandinas, por ejemplo, favorecen la condensación de la humedad cuando los vientos cargados de agua chocan contra ellas. Esto genera lluvias frecuentes, lo que eleva los niveles de humedad en el aire.
La hermosa geografía que rodea Tucumán es, entonces, una de las causantes de la humedad del ambiente. Dios te da, Dios te quita, dice también otro dicho popular.