Con la llegada de Javier Milei a la presidencia, la ciencia y la tecnología en Argentina enfrentan un futuro incierto. Esto ocurre tanto en las universidades como en las instituciones dedicadas a la investigación. En todos los organismos el presupuesto que tienen hasta el momento para su funcionamiento es el mismo que el del año pasado.
El director del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET NOA Sur, Augusto Bellomio, expresó su preocupación frente a este contexto. «Vivimos horas de incertidumbre. Esperábamos una ampliación presupuestaria. Un decreto establecía que el CONICET y otras instituciones debían funcionar con el presupuesto de 2023, ineficiente ante la inflación. De hecho, el presupuesto pasado fue reforzado por la inflación», comentó el científico.
Agregó, que con la partida actual, pagando sueldos y becas, sin nuevos becarios, se proyectaba llegar a mediados de año. «Entonces sí o sí tenía que haber una ampliación», destacó Bellomio.
La incertidumbre también afecta las nuevas becas programadas para 2024. Son alrededor de 1500 becarios del CONICET en todo el país, cuyos resultados de selección aún no se habían publicado. Además, el ingreso de aproximadamente 700 u 800 personas a la planta permanente en la carrera del investigador científico está frenando.
La prórroga al Presupuesto es una posibilidad contemplada en la Ley 24.156 de Administración Financiera. Esa opción ya había sido adelantada el 13 de diciembre por el ministro de Economía, Luis Caputo, uno de los firmantes del decreto junto con el presidente, Javier Milei, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Este último es el responsable de la ejecución de las partidas, de acuerdo con lo establecido en el artículo 100 de la Constitución.
