Tomás Etcheverry, el talentoso tenista argentino de 23 años, dejó su huella imborrable en la historia de Roland Garros. En un emocionante enfrentamiento en el court Suzanne Lenglen, Etcheverry logró vencer en tres sets al experimentado japonés Yoshihito Nishioka, clasificándose por primera vez en su carrera a los cuartos de final de un Grand Slam.
El joven platense ya venía demostrando un gran nivel en el torneo, habiendo eliminado previamente al destacado croata Borna Coric en la tercera ronda. Su juego enérgico y su confianza inquebrantable se ratificaron una vez más en este encuentro crucial. Tras un primer set reñido, Etcheverry arrolló a su oponente con una victoria contundente de 7-6 (10-8), 6-0 y 6-1.
Al salir de la cancha, visiblemente emocionado, Etcheverry expresó: «Este es el momento más feliz de mi vida». Sus palabras reflejan la intensidad de la experiencia que el joven tenista argentino esta viviendo a los 20 años y la satisfacción de alcanzar un hito tan significativo en su carrera deportiva. En los cuartos de final, tendrá que enfrentarse a otro jugador de renombre: Alexander Zverev, clasificado como el 22° del mundo.
Por otro lado la ilusión de Francisco Cerúndolo en Roland Garros llegó a su fin. El tenista argentino (23° del ranking mundial ATP) no pudo con el danés Holger Rune, que se impuso por 7-6, 3-6,-6-4, 1-6 y 7-6. En el segundo set, una polémica con el umpire perjudicó a Cerúndolo tras haberle dado por perdido un punto que en realidad había ganado. «Voy a asegurarme de que te multen», le dijo Cerúndolo al francés Kader Nouni.
Lo que ocurrió fue que el argentino advirtió que la pelota había picado dos veces y paró el punto. De hecho, pudo definir la jugada con un simple smash, pero el reglamento dice que no se puede hablar hasta que la pelota toque el suelo. Luego, Rune quebró y tomó una ventaja para llevarse el tercer parcial por 6-4, lo que provocó intensos abucheos en la grada.