Las fuerzas aéreas repelieron todos los ataques, pero la caída de restos de drones y de ocho misiles Kalibr dañaron un edificio residencial, además de un supermercado y un centro educativo en la ciudad.
«La onda expansiva dañó ventanas y balcones en varios edificios», así como «carros estacionados cerca», difundieron las agencias de noticias internacionales. Además, se supo del incesante trabajo del cuerpo de Bomberos que combatían dos incendios simultáneamente.
Rusia y Ucrania han aumentado sus ataques en la zona del mar Negro desde el mes pasado, cuando Moscú se retiró de un acuerdo que permitía a Kiev exportar granos por el mar de manera segura, desde Odesa y otros puertos, pese a la guerra con Rusia.
Luego de denunciar el acuerdo, Moscú bombardeó en numerosas ocasiones los puertos marítimos de la región de Odesa desde lo que salían los barcos cargados con cereales en virtud del pacto.