A minutos de que el presidente Javier Milei finalizará su discurso con la frase “que las fuerzas del cielo nos acompañen” se comenzó a escuchar en los edificios el ruido metálico de algunas cacerolas. Con el pasar del tiempo, ese sonido molesto -que se popularizó en el 2001- se potenció y se convirtió en una manifestación espontánea hacia el Congreso de la Nación.
La letra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que leyó el presidente en Cadena Nacional, ya era conocida. El contenido venía siendo anunciado durante la campaña, así que a nadie le debería sorprender la materialización de las medidas. Sin embargo, el ser humano y en este caso los argentinos suelen pecar a veces de incrédulos. El “no va a ser lo que dice”, fue un argumento repetido hasta el cansancio.
Un 20 de diciembre
Se podría decir que el 20 de diciembre del 2023 un presidente hizo historia. Se convirtió en el primero que, a días de asumir, provocó un cacerolazo espontáneo en Buenos Aires, región que siempre toma la iniciativa. Sin embargo, esta fecha ya tiene un lugar guardado en las efemérides argentinas. Aquel día, que no cayó miércoles (como ayer) sino jueves, asesinaron a 38 compatriotas durante las cientos de manifestaciones que se realizaron en el país. Fue durante el gobierno de Fernando de la Rúa, quien -al filo del atardecer- terminó renunciando mientras abandonaba la Casa Rosada en un helicóptero.
Aquí no caben las comparaciones con respecto a una gestión que recién empieza; tiene que correr por cuatro años el agua bajo el puente. Pero lo que sí le debería generar incomodidad a la flamante gestión es el ruido metálico de las cacerolas. Es el mismo ruido que se empezó a escuchar al inicio de este siglo cuando se desencadenó la crisis del 2001.
Lo curioso es que en el día inaugural del protocolo antipiquete los ciudadanos que salieron a marchar caminaron por la calles cortando el tránsito. Incluso, los vehículos también hicieron lío protagonizando un bocinazo.
Las cacerolas también hicieron ruido frente al Congreso
La gente reaccionó como nunca antes había reaccionado al inicio de un mandato. La cadena nacional pronunciada por Milei parece no haberles dejado opción. Sintieron que muchos de los puntos anunciados los perjudicaban directamente. La derogación de las leyes de Alquileres, de Góndola, de Promoción Industrial y Comercial, la Reforma Laboral y un largo etcétera, son algunos ejemplos.
Lo llamativo es que dentro del DNU el presidente solo se refirió a 30 de un total de 300 medidas. Es decir, solo se conoció el 10% del decreto: por eso la gente se pregunta ¿Y el resto? ¿Qué otra cosa vendrá?.
La incertidumbre y la angustia llevaron a miles de argentinos a manifestarse frente al Congreso, hasta altas horas de la madrugada. Este es el lugar simbólico en donde la sociedad levanta sus banderas para hacerse escuchar.
