El Papa Francisco ha sido dado de alta del hospital Gemelli en Roma después de someterse a una operación por una hernia abdominal. Con una sonrisa en su rostro, el Santo Padre salió en silla de ruedas y agradeció a una multitud de simpatizantes que lo esperaban a las afueras del centro médicol. Ahora regresa al Vaticano para continuar con su proceso de recuperación.
Acompañado por el cirujano Sergio Alfieri, quien también lo operó el año pasado, el Papa salió por la puerta principal. En el lugar lo esperaban una multitud de medios de comunicación y sus fieles. Ante una periodista que le preguntó cómo se sentía, respondió: «Todavía vivo». Después, se dirigió a su Fiat 500 blanco, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad.
Cómo continuarán sus actividades
El Vaticano ha informado que el Papa rezará el ángelus desde la ventana del palacio pontificio el próximo domingo. Sin embargo, no celebrará la audiencia general del miércoles en la plaza de San Pedro para favorecer su recuperación posoperatoria.
Durante los nueve días de hospitalización, el equipo médico ha afirmado que la recuperación del Pontífice ha seguido su curso normal. Esta es la tercera vez que el Papa ha sido ingresado en el hospital Gemelli, habiendo sido hospitalizado anteriormente por una pulmonía aguda y por una operación en el colon.
Antes de su partida, el Papa agradeció al personal del hospital por su atención y visitó el departamento de Oncología Pediátrica y Neurocirugía Pediátrica, donde niños hospitalizados le habían enviado cartas, dibujos y mensajes de apoyo.
Aunque ha enfrentado varios problemas de salud, el Papa Francisco continúa manteniendo una agenda activa y llena de compromisos. Su condición médica nunca le ha impedido viajar, y en los próximos meses tiene planeados desplazamientos a Portugal para las Jornadas Mundiales de la Juventud, a Mongolia y a Marsella, en Francia, donde ofrecerá una misa multitudinaria.