El Senado de la Nación decidió hacer marcha atrás en la propuesta de elevar sus dietas a $9 millones mensuales. La iniciativa, aprobada por los propios legisladores, generó un aluvión de críticas tanto de la opinión pública como de diversas figuras políticas. Por supuesto, semejante suma desencadenó un escándalo, por lo que debieron reconsiderar su decisión.
Victoria Villarruel, presidenta de la Cámara Alta, se distanció rápidamente del tema. Argumentó que su responsabilidad se limita a las paritarias de los empleados del Congreso, no a los sueldos de los senadores. Esta maniobra, sin embargo, fue vista por muchos como un intento de esquivar el rechazo generalizado más que una postura sincera.
El líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, no tardó en expresar su indignación sobre este escándalo. A través de sus redes sociales, criticó duramente a los legisladores, calificando la situación como una «traición al pueblo argentino».
Milei subrayó que, mientras los sueldos del Poder Ejecutivo están congelados, ellos intentaban aumentar sus ingresos, mostrándose desconectados de la realidad que vive el país. «Hace poco se habían aumento el sueldo a 7 millones de pesos pero parece que no les alcanza: hoy se aumentaron el sueldo a 9 MILLONES», les recordó el presidente, haciendo referencia al incremento que obutvieron en mayo.
Ante la creciente presión, los senadores decidieron desvincular sus sueldos de las paritarias de los trabajadores del Congreso, buscando así calmar las aguas. Sin embargo, esta decisión todavía no quedó formalizada. Será en la próxima sesión, que tal como está programada sería el jueves.
El casi aumento a senadores… ¿una distracción?
Mientras tanto, ya circulan rumores de que los fondos excedentes podrían ser destinados al Hospital Garrahan. Un claro intento de mejorar la imagen pública del Senado.
Paralelamente, desde algunos sectores de la oposición sugieren que el debate en torno a los salarios no es más que una distracción. Argumentan que con este escándalo en el centro de la escena, se estaría desviando la atención de otros asuntos importantes. Entre estos, la comisión bicameral que evaluará un decreto que asigna $100 millones a la Secretaría de Inteligencia.