Este miércoles se realizó una audiencia virtual, en la que Gabriel Ernesto Valdez fue condenado por intimidación pública tras realizar reiteradas amenazas de bomba. En la audiencia, las partes involucradas llegaron a un acuerdo de juicio abreviado. El juez escuchó a ambas partes, aceptó el acuerdo y dictó la sentencia.
Durante la audiencia Valdez reconoció haber realizado 16 amenazas de bomba. Al admitir su responsabilidad en los hechos quedó sentenciado a ocho años de prisión. La Unidad Fiscal de Delitos Complejos, liderada por Mariana Rivadeneira y representada por Mónica Torchan, llevó a cabo la investigación.
Las amenazas de bomba y la acusación
Entre septiembre y octubre de 2023, Valdez realizó múltiples llamadas al 911. Informó sobre la existencia de artefactos explosivos en diversas entidades. Su objetivo: causar pánico y perjudicar a su ex pareja, con quien mantenía serios conflictos familiares. Estas disputas ya habían derivado en más de treinta denuncias penales cruzadas.
Valdez utilizó líneas telefónicas prepagas, registradas a nombre del padre de su ex pareja. Incluso en ocasiones se identificaba como él. Estas llamadas, realizadas tanto a entidades públicas como privadas, buscaban sembrar el terror y entorpecer la investigación.
Las acciones del condenado no solo afectaron a su ex pareja, sino también a la comunidad en general. Las reiteradas amenazas de bomba obligaron a la movilización de recursos y causaron temor. La sentencia de ocho años de prisión refleja la seriedad de las intimidaciones públicas.
