La búsqueda de la felicidad es el objetivo al que intenta llegar que tiene cualquier individuo que existe en este universo. Y este estado de grata satisfacción se desarrolla tanto en el estado físico como espiritual. Grandes pensadores han abordado el tema a lo largo de la historia, ofreciendo diversas perspectivas.
Perspectivas históricas sobre la felicidad
Aristóteles, Einstein y Gandhi coincidieron en la importancia de la felicidad. Aristóteles la veía como resultado de acciones virtuosas. Einstein proponía una vida humilde y tranquila. Gandhi hablaba de la armonía entre pensamiento, palabra y acción. Estas ideas siguen vigentes y forman una base teórica sólida para comprender la felicidad.
Arthur C. Brooks, profesor de la Harvard Business School, hace un enfoque contemporaneo al respecto. Durante su carrera se ha dedicado a investigar la felicidad. En su nuevo libro, coescrito con Oprah Winfrey, plantea un enfoque continuo en lugar de ver la felicidad como una meta final. Brooks sugiere que la felicidad consiste en tres «macronutrientes»: disfrute, satisfacción y propósito.
El disfrute
Brooks destaca que el disfrute no debe confundirse con el simple placer. Las experiencias compartidas con otros y los recuerdos duraderos son clave. Interacciones sociales y actividades en compañía potencian el disfrute.
La satisfacción
Para Brooks, la satisfacción viene del esfuerzo y sacrificio. «Necesitamos esforzarnos para valorar lo que obtenemos», afirma. Esta alegría surge tras superar desafíos y lograr objetivos.
El propósito
El propósito es esencial para la felicidad, según Brooks. Se divide en coherencia, propósito y significado. Encontrar respuestas a preguntas fundamentales sobre la vida da sentido y dirección. «La constante búsqueda de este propósito nos lleva a un estado de mayor felicidad», concluye Brooks.
Otras opiniones
Alphonsus Obayuwana, médico y científico, también aborda la felicidad y propone seis claves: optimismo, ofrecer algo a los demás, contar con apoyo, tener conocimientos que generen confianza, gratitud y una dimensión espiritual.
Cecil Konijnendijk, investigador de Países Bajos, introduce la «Regla 3-30-300». Al respecto, sugiere integrar más naturaleza en las ciudades. Y pone como ejemplo: ver tres árboles desde casa, tener un 30% de cobertura vegetal en el barrio y vivir a menos de 300 metros de un parque mejoran la salud mental y el bienestar.
José Eduardo Abadi, psiquiatra argentino, señala -a su vez- que la felicidad no excluye el dolor. En este sentido, destaca que es importante amar, ser amado y sentirse acompañado. La felicidad incluye pérdidas y frustraciones, pero la clave es cómo se transitan.
Reflexiones finales
Brooks, en sus clases y publicaciones, ofrece una visión clara sobre la felicidad. En un congreso en la Universidad de Navarra, destacó la importancia de desear menos y apreciar lo que se tiene. La felicidad no reside en el dinero, el poder o la fama, sino en el sentido, el propósito y la coherencia.
Es decir que el disfrute, la satisfacción y el propósito son pilares fundamentales para una vida plena. Brooks enfatiza que ser feliz requiere esfuerzo y decisión. «La felicidad es una elección constante y un trabajo continuo», afirma.
Así, la búsqueda de la felicidad es un viaje continuo. Cada persona debe encontrar su propio camino, apoyándose en relaciones, esfuerzos y un propósito claro. Estos pilares ofrecen una guía para alcanzar una felicidad duradera.
