En 2013, unos 70 integrantes de la Policía de Tucumán se sublevaron y acuartelaron en la Subjefatura para exigir un aumento salarial. Durante los tres días que duró la rebelión la provincia quedó librada a su suerte provocando una ola de saqueos.
En 2013, unos 70 integrantes de la Policía de Tucumán se sublevaron y acuartelaron en la Subjefatura para exigir un aumento salarial. Durante los tres días que duró la rebelión la provincia quedó librada a su suerte provocando una ola de saqueos.