El Club Marapa y Jorge Newbery se enfrentaron en el marco del Torneo Copa Tucumana en la tarde del miércoles. Sin embargo, el partido se vio suspendido tras violentos incidentes provocados por la barra brava.
Todo comenzó cuando transcurría el segundo tiempo. En el minuto 26 el jugador número 10 de Jorge Newbery se desplomó en el campo de juego, aparentemente por un golpe en la espalda. Mientras era asistido por el juez de línea, comenzaron a caer piedras desde la tribuna Este, donde se encontraba la barra brava.
La situación se tornó cada vez más tensa, ya que continuaron arrojando objetos contundentes hacia los jugadores, la terna arbitral y los efectivos policiales que intentaban controlar la situación. Ante la gravedad de los hechos, el árbitro del partido, Sebastián Edgardo Barrionuevo, decidió suspender el encuentro.
Pero la violencia no terminó allí, sino que empeoró. Cuando la hinchada se dio cuenta que habían dado por finalizado el encuentro arrojaron con más fuerza cascotes hacia los futbolistas y los efectivos policiales.
Ante esta situación, el personal de Infantería y de la comisaría local formó una barrera de contención para proteger a los presentes y escoltarlos. Sin embargo, la fuerza policial se vio superada por la situación y solicitó la colaboración de la Jefatura de Unidad Regional Sur, que envió patrullas motorizadas y personal de las comisarías de la Invernada y de Villa Belgrano.
Finalmente, se logró trasladar al grupo de jugadores y árbitros resguardado por personal de infantería, aunque recibieron impactos de piedras en los escudos.
Además, se realizaron disparos disuasorios con postas de goma hacia los agresores. Una vez en los vestuarios, la totalidad de la barra brava salió del estadio, pero continuó arrojando piedras de todos los tamaños desde el complejo.
Para disolver a la violenta hinchada, se desplegó un operativo conjunto entre personal de la Motorizada de Aguilares y de las distintas comisarías, con guardia de infantería, que logró dispersar a los agresores hasta cuatro cuadras a la redonda del Club Marapa. Durante la intervención, se respondió con material de posta de gomas.
Afortunadamente no se registraron lesionados ni en la terna arbitral ni en los jugadores, tampoco en los ciudadanos que asistieron para ver el partido. Finalmente, el equipo visitante fue custodiado por personal de Patrulla Motorizada hasta la ciudad de Aguilares.
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