Productores de yerba mate del país enfrentan una severa crisis. La desregulación del mercado y la caída del precio de la hoja verde impactaron negativamente en el sector, por lo que protestaron en el Obelisco. Mientras tanto, en los comercios ya se observan paquetes de yerba importados.
La crisis se agudiza con la entrada de yerba importada en supermercados. Los productores piden medidas urgentes para salvaguardar la industria y su sustento.
En nuestro país el mercado de la yerba mate presenta una amplia gama de precios y opciones. A modo de ejemplo, se puede citar dos marcas: «Cruz de Malta Tradicional», de 1 kilogramo, a $4.543,02. En tanto, «Amanda de Selección», también en presentación de kilo, puede adquirirse a $4.900.
Mientras tanto, la yerba importada que llegó a las góndolas de los supermercados de todo el país, marca Kurupí, de 1 kilo, se comercializa a $ 5.800. Otra marca uruguaya, menos popular pero que ingresó al país, se vende a $6.350 el kilo.
Esto demuestra que los locales comerciales ofrecen variedad de yerba para todos los gustos y bolsillo. Una vez más en Argentina, el consumidor elige entre variedad.
Los productores de yerba mate piden políticas de Estado
No obstante, este escenario no pareciera ser el más conveniente para los yerbateros de nuestro país quienes, desde hace días, llevan adelante protestas en diferentes puntos de la Argentina. Las principales causas de la crisis que afecta a los productores incluyen la desregulación de precios, la apertura importadora y la falta de intervención efectiva del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
La desregulación ha llevado a una caída del precio de la hoja verde, poniendo en riesgo la cosecha y beneficiando a unos pocos grandes molinos que determinan el valor de la materia prima. Además, la falta de designación de autoridades en el INYM ha dejado al sector sin herramientas para defenderse en un mercado cada vez más concentrado y con mayor presencia extranjera.
La situación se ve agravada por factores ambientales como la sequía, que ha mermado la producción y podría conducir a un desabastecimiento y al aumento de precios para los consumidores.