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San Miguel de Tucumán

Crisis Textil: Topper ya despidió a 120 empleados y paraliza su planta en Tucumán

La fábrica de calzado enfrenta un futuro incierto ante la falta de ventas y exceso de stock

La crisis en la industria textil y del calzado se profundiza en Argentina. La planta de Topper en Tucumán suspendió su producción debido al exceso de stock y ha licenciado a 1.190 empleados, de los cuales 938 son operarios. Esta medida, tomada ante la falta de ventas, refleja la difícil situación económica que atraviesa el sector.

La situación se agrava día a día. En febrero se dieron de baja los cotratos de 85 empleados. Mientras que entre marzo y abril, Topper despidió a 120 trabajadores. Posteriormente, obligó a los empleados con mayor antigüedad a tomar las vacaciones pendientes, buscando aliviar la carga financiera. Sin embargo, estas acciones no fueron suficientes, y la empresa adoptó la decisión de licenciar a todo el personal. Está previsto que los empleados regresen el lunes 22 de julio.

Jorge Fugaracho, representante provincial de la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA), expresó su preocupación por la situación. «Es un escenario similar al que vivimos durante la gestión del ex presidente Macri, cuando la ex Alpargatas despidió a 500 empleados», comentó. 

Fugaracho destacó el impacto potencial en la ciudad de Aguilares, a 90 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, que depende en gran medida de las industrias textil y del calzado. «Ojalá que esta vez no pase, sería el peor escenario para la ciudad», agregó.

La reciente eliminación del control aduanero del etiquetado para productos textiles y de calzado por parte del Gobierno ha generado inquietud entre los fabricantes locales. Fugaracho afirmó: «Las últimas medidas del Gobierno no parecen que vayan a ayudar a que se recupere la producción nacional».

Durante una entrevista a Ámbiro, Alejandro Muñoz, empresario del sector calzado en Aguilares, relató su experiencia durante el gobierno de Macri con Alpargatas. «Me fundí porque no se vendía, pero me levanté con mucho esfuerzo y ahora otra vez lo mismo. Si a la caída de las ventas se le suman facilidades para la importación, el resultado será la destrucción de la industria nacional», lamentó. 

La actividad textil se paraliza también en La Rioja y Catamarca

La crisis también afecta a otras provincias. Por ejemplo, en La Rioja y Catamarca la reducción de personal fue constante. En mayo, la firma TextilCom cerró, dejando a más de 260 personas sin empleo. En La Rioja, TextilCom empleaba a 140 personas y en Catamarca, a 124. Los trabajadores no han recibido indemnizaciones y se les adeudan salarios. En Catamarca, los empleados llevan más de 60 días ocupando la fábrica, esperando una respuesta.

Juan Serrano, vicepresidente de la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), hizo pública su preocupación al informar que el Parque Industrial está operando a niveles muy bajos. «Estamos en una instancia de supervivencia, como en los niveles productivos de la pandemia, a un 30% o 40% debido a la caída de la actividad económica», afirmó. Serrano añadió que las empresas más afectadas son aquellas que abastecen al mercado interno.

El panorama en Tucumán, con la Fabrica Topper, La Rioja y Catamarca es desalentador para la industria textil y del calzado. Las empresas luchan por sobrevivir en un entorno de baja demanda y crecientes desafíos competitivos. La eliminación del control aduanero, junto con la caída del consumo interno, crea un escenario desfavorable para los fabricantes locales, quienes deben adaptarse rápidamente para evitar el colapso de la producción nacional.

Espacio UNT

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