Nora Cortiñas, militante de DDHH y Madre de Plaza de Mayo, falleció hoy a los 94 años. Su vida caracterizada por luchas conservan de ella un legado único.
Cortiñas había sido intervenida quirúrgicamente el pasado 17 de mayo en el Hospital de Morón por una hernia que se sumó a otras patologías que agravaron el cuadro.
Este jueves en horas de la tarde, la familia de “Norita” confirmó en redes sociales su muerte. “Quedará para siempre en la memoria popular”, escribieron sus allegados.
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora fue reconocida internacionalmente por su lucha por los derechos humanos.
Nora Morales nació el 22 de marzo de 1930 y era psicóloga. Se casó con Carlos Cortiñas, con quien tuvo dos hijos, Carlos Gustavo y Marcelo.
El 15 de abril de 1977 militares secuestraron a su hijo mayor en la estación de trenes de Castelar. Allí, la vida de Norita dió un giro rotundo.
Carlos era estudiante de Ciencias Económicas e integrante de la Juventud Peronista. Estaba casado y tenía un hijo. Trabajaba en el INDEC, mientras seguía con su militancia política.
Desde ese día Nora no supo nada más sobre el joven, no hubo rastros en los distintos centros clandestinos de detención ni testimonios que le permitan dar con su paradero.
Sin embargo, desde 1977 dedicó su vida a la lucha por la verdad y justicia como integrante de Madres de Plaza de Mayo, convirtiéndose en una referente.
