Aún resuenan los gritos desacertados del candidato de la ultraderecha, Javier Milei, en el debate de los presidenciables. El líder de La Libertad Avanza busca sumar votos tirando más leña al fuego, ese que consume el bolsillo de los argentinos día tras día.
«Jamás en pesos, jamás en pesos. El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende, no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono», dijo el libertario en una clara intención de propagar el terror entre los argentinos cansados de luchar para no caer bajo la línea de pobreza.
A pocos días de las elecciones generales, Javier Milei, no sólo ratificó su plan de dolarización sino que desalentó la renovación de los plazos fijos tanto de los ahorristas como de las empresas. Días antes había dicho que cuánto «más alto esté el dólar, más fácil dolarizar». Para ello, la corrida sobre depósitos que impulsa es una movida en esta dirección.
El dólar blue comenzó la semana con otro salto de precios, marcando una suba de 60 pesos en la jornada y alcanzando un pico de 945 pesos. Milei realizó declaraciones incendiarias sobre el valor de la moneda local, ratificó que pretende dolarizar la economía y potenció la corrida cambiaria. La lógica detrás es la de impulsar el nivel de desorden antes de las elecciones. Sus dichos promueven el clima de incertidumbre, especulación y búsqueda de refugio.
Nota Celia Nahra