El pasado 28 de julio, Matteo Santiago Galván advirtió a las autoridades de una posible amenaza de bomba en la Secretaría de Trabajo. Este viernes el joven fue condenado a la pena de tres años y seis meses por el delito de intimidación pública. Hasta tanto quede firme la sentencia, se pedirá el arresto domiciliario.
Se trata del primer juicio por este tipo de delito. “La calificación es por el delito de intimidación pública y es histórico porque no hay antecedentes en Argentina por amenazas de bomba en función a este tipo penal, lo que agrega un condimento especial a esta decisión”, explicó el fiscal Carlos Saltor.
La sentencia fue resuelta por el juez Guillermo Taylor quien hizo lugar a la solicitud de la Unidad Fiscal de Cibercriminalidad, que dirige Carlos Saltor. Durante las jornadas estuvo acompañado por los investigadores Jessie Luz García y Felipe Nacusse.
La teoría del caso de la falsa amenaza de bomba
El 28 de julio a las 8:30 se recepcionó la denuncia de un empleado de la Secretaría de Trabajo. En la acusación se explicaba que a las 8:00 horas, un hombre llamó advirtiendo que había una bomba dentro de la institución y que desalojaron el inmueble. A partir de ese llamado se aplicó el protocolo de evacuación. Se procedió al corte de la calle Crisóstomo Álvarez al 100, lo que generó caos en el tránsito y un despliegue policial y de bomberos innecesario ante una falsa alarma.
Un 2023 de falsas alarmas
El año pasado se recibieron denuncias de falsas amenzas de bomba de distintos establecimientos educativos de la Capital tucumana. Entre las instituciones estuvieron: Escuela Normal, Colegio San Francisco, Colegio Nueva Concepción, entre otros.
También se recibieron falsas alarmas en instituciones como el Anses, Casa de Gobierno, Banco Macro.