Blanca Rodríguez y Carolina Coria se cruzaron en circunstancias que marcaron sus vidas para siempre. Carolina, una oficial principal de la Unidad Regional Capital (URC), se convirtió en el ángel guardián de la pequeña Naia al realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que le devolvieron la vida a la bebé de apenas 26 días.
La historia comenzó el pasado 31 de marzo, cuando Blanca y su hija se dirigían al Hospital de Niños para controles médicos. En medio del tráfico, la pequeña se descompuso y la angustia se apoderó de la madre. Aunque había una ambulancia y un médico en el lugar, la situación empeoraba rápidamente.
Fue entonces cuando Carolina, quien se encontraba por casualidad en las cercanías de la Plaza Independencia, escuchó los gritos de auxilio y decidió intervenir. Sin importar que ya hubiera personal médico presente, Carolina tomó la bebé en sus brazos y comenzó a realizar las maniobras de reanimación.
Con determinación, realizando maniobras de RCP, Carolina logró que Naia volviera a respirar. Rápidamente, se coordinó la llegada de una camioneta del Cuerpo Especial de Rescate y Operaciones (CERO), que trasladó a la bebé y a su madre al Hospital de Niños.
Blanca, llena de gratitud, buscó a la oficial para agradecerle personalmente por su heroico acto. Finalmente, través de las redes sociales, logró ubicarla por una publicación y se reunieron emocionadas. Blanca describe a Carolina como «el ángel de mi hija» y cree firmemente que su intervención fue un milagro divino.
La oficial principal le agradeció a Blanca que se ocupó de buscarla para agradecer lo que hizo: “Esto de salvar una vida es muy emocionante, estoy muy agradecida con esta mamá que después de mucho tiempo la volví a ver. Esto marca mi carrera, más allá del servicio a la comunidad, no es tan solo una faz legal, sino también que estamos preparados para cualquier situación y para la contención que tenemos que darle al ciudadano bajo cualquier circunstancia”.