Este lunes, los precios de las naftas y el gasoil subieron un 4% tras una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles. El aumento responde al Decreto 554/2024 publicado en el Boletín Oficial, que busca amortiguar la presión inflacionaria sin evitar completamente el ajuste.
De esta manera en lo que va del primer semestre, los combustibles subieron un 63,65%. La primera suba de los combustibles en la gestión de Javier Milei se dio a mediados de diciembre, tras la devaluación del peso, cuando la remarcación fue del 37% y llevó el litro de súper a $553.
A partir de este 1° de julio, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de $905 a $941 por litro. El gasoil, por su parte, aumentó de $941 a $980 por litro. En el interior del país, las subas son aún más pronunciadas, alcanzando hasta un 10%.
En Tucumán, los precios de los combustibles también se actualizaron. El litro de nafta Súper se vende ahora a $1.040 y el de Infinia a $1.252. Para llenar el tanque de un vehículo estándar de 40 litros, se necesitan $41.600 con Súper y $50.080 con Infinia. Los nuevos valores ya comenzaron a aparecer plasmados en las pizarras de las estaciones de servicio de la provincia.
Los motivos del aumento de las naftas
Este incremento se debe a un ajuste parcial del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), además de la devaluación mensual del 2% del dólar y el último ajuste en el precio de los biocombustibles autorizado por la Secretaría de Energía.
A finales de la semana pasada, el Gobierno decidió postergar una actualización mayor de los impuestos sobre los combustibles. El objetivo fue evitar un impacto inflacionario más severo. De haberse aplicado el ajuste del 115% en la carga impositiva, los precios en surtidores habrían subido un 18%, según estimaciones privadas.