Este miércoles, 22 de mayo, prosiguió el debate oral en contra de Edgardo Hernán Caro, de 38 años y de María Carolina Graneros, de 40. Ambas personas están acusadas de cometer uno de los crímenes más aberrantes que Tucumán tenga memoria: la de Rocío Rojas. La Fiscalía, dependiente del Ministerio Público Fiscal, pidió penas de prisión perpetua.
El fiscal de Homicidios I, Pedro Gallo, secundado por los auxiliares Julieta Molé y Juan Vilardi, están a cargo de la investigación. Los letrados continuaron en esta jornada con la ronda de preguntas a testigos.
En esta oportunidad, declaró Maira Antonella Rojas, madre de Rocío. “Quiero justicia para mi hija. Hasta el día de hoy no entiendo porque le hicieron ese daño. Lo que le hicieron no tiene palabras. Mi hija era una chiquita feliz, muy alegre. Era una niña buena”, señaló.
Sobre la desaparición de la pequeña, explicó: “Recuerdo que fue Graneros con un móvil policial a mi domicilio, diciendo que yo la tenía a mi hija. Dos policías entraron a mi casa y comprobaron que eso no era así. En ese momento entré en crisis. Ella había denunciado que mi hija estaba desaparecida. Graneros era madrina de la nena. Nunca le di la tenencia de Rocío”.
También brindaron testimonios los expertos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del MPF. Ellos intervinieron el 2 de julio de 2021 junto a un equipo interdisciplinario a efectos de colaborar en la causa.
La tarea del ECIF, con la intervención de todos sus departamentos especializados, fue trascendental. Gracias al trabajo pericial que realizaron, pudieron encontrar los escasos restos óseos desparramados en el terreno y corroborar que eran de la menor.
Cómo se produjo el crimen de Rocío
Antes de que fuera asesinada, los investigadores descubrieron que Rocío sufrió “reiterados maltratos crueles e inhumanos”.
En la acusación, la fiscalía expuso que Graneros y Caro la golpeaban y humillaban. Que la obligaban a arrodillarse en maíz, a sostener mitades de ladrillos en sus manos”. Además, comprobaron que la niña estuvo abandonada en múltiples oportunidades.
En la presentación, los letrados expusieron otras acciones aberrantes que este medio decidió no exponer por lo cruento de las descripciones, que incluye también el abuso sexual.
Confirmaron que Rocío sufrió estas vejaciones durante casi cuatro meses, hasta que fue asesinada el 30 de junio. Su cuerpo fue encontrado carbonizado y diseminado en distintos lugares de la zona de río Colorado, en La Reducción, Lules. El objetivo de Caro y Graneros, que recibieron la ayuda de un amigo, Mauro Leonel Veliz, era que no quedara ninguna prueba.
Pedido de la Fiscalía
Las calificaciones legales son: para Caro el de homicidio agravado por alevosía, ensañamiento, femicidio y criminis causa, en concurso real con lesiones y abuso sexual con acceso carnal agravado. En tanto, Graneros llegará acusada por homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causa, en concurso real con lesiones. Por otra parte, en un juicio abreviado por encubrimiento condenaron a Mauro Leonel Veliz, de 24 años.